Pymes de los Estados Unidos, también buscan destino en el exterior

La impresión más corriente sobre las "empresas norteamericanas" se asocia a las grandes marcas y corporaciones globales. Sin embargo, también en el país del norte existen nuestras conocidas Pymes, y no sin similares dificultades que las nuestras.

Con la reciente expiración (2009) del programa federal de estímulo económico las Pymes norteamericanas vieron interrumpidos importantes flujos de recursos para sus operaciones, tradicionalmente locales, estos les daban ventajas con sus similares de América latina, pues con ellos podían financiar tanto adquisiciones de activos como financiar flujos de proyectos, con bastante menos burocracia que la de nuestra región. A este efecto se sumó, por cierto, la aguda situación económica nacional del país del norte, constituyendo un cuadro que obliga a desplegar las máximas habilidades emprendedoras para salir adelante.


Nancy Simmons es una empresaria Pyme norteamericana. Su empresa tiene una planilla de 8 empleados y su negocio está relacionado con partes y piezas usadas para aeronaves. En su afán por superar las difíciles circunstancias incrementó sus comunicaciones corporativas al exterior, fundamentalmente usando medios digitales, envío de catálogos y cartas, y tomando contacto con potenciales clientes o aliados.

Cuando fue contactada por representantes de la Fuerza Aérea Brasileña, interesados en sus unidades usadas no supo que hacer. Ni ella ni ninguno de sus empleados hablaba portugués, lo cual se constituía en un obstáculo casi insalvable, pues sus potenciales clientes tampoco hablaban inglés. Recurrió a un vecino en su barrio que hablaba portugués, éste le permitió iniciar una relación comercial fuera de las fronteras estadounidenses.

Casos como el de Simmons son muchos. Al igual que nuestras Pymes ellas también tienen dificultades. No obstante, se aprecia una diferencia de fondo. Abordar mercados externos debe ser tomado con la misma naturalidad que los clientes domésticos, estas fronteras son sólo psicológicas. Es cierto, pues abrirse a otros países no importa necesariamente recursos por sobre sus realidades, la única diferencia radica en que sus domicilios están en otros países. Y si se marcha "asociado" o clusterizado" tanto mejor.

Nuestras Pymes deben mirar las vitrinas del planeta en la misma vidiriera, quizás la diferencia sea el tiempo de entrega, pues hasta las facturas y contratos pueden ser distribuidos electrónicamente. Es un buen momento para pensar en esto, siempre habrá en el mundo alguien que quiera comprar nuestras pequeñas partidas.

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