viernes, 26 de agosto de 2011

El retiro de Steve Jobs, Apple y el futuro sin su mentor


Tal parece que el fenómeno que observamos en Chile, y América Latina, ante el retiro del fundador en las pequeñas empresas también se repite en las grandes ligas. En nuestras sociedades la salida del creador de una Pyme en muchos casos signifíca recorrer el ciclo 1-2-3, es decir, el primero la crea, el segundo la consume y el tercero la hace desaparecer.

Una de las trabas al crecimiento de las pequeñas empresas, y de la ausencia de auge generalizado de estas compañías, es la ausencia de sucesión verdaderamente empresarial. A menudo se observa que las familias del emprendedor inicial desconocen por completo, o se han mantenido al margen durante tanto tiempo, que al momento de la ausencia del fundador de la Pyme esta vive momentos de urgencia.

Este fenómeno, en buena medida, se debe a la ausencia de instancias que permitan sistemáticamente hacer que la posta de la empresa sea valorada como un desafío de crecimiento personal y colectivo. Con frecuencia los potenciales seguidores eligen otros derroteros para sus vidas, dejando a la empresa familiar ad portas de una crisis.

¿Las razones?, pueden ser muchas, entre otras son pocos los que ven atractivo en algo que a su padre o madre les llevó dedicación 24/7 para obtener un avance discreto, les resulta más deslumbrante y menos sacrificado orientar sus pasos en otra dirección. También es culpa del empresario, al descuidar el estímulo y fascinación de sus seguidores naturales a tomar cartas en la empresa.

En este escenario resulta fundamental, entonces, crear una instancia gremial de fortalecimiento y estímulo del espíritu emprendedor de quienes  potencialmente deberían asumir los destinos de la empresa. En el caso de las grandes empresas familiares existen compañías consultoras dedicadas a establecer mecanismos de sucesión y gobiernos corporativos para hacer de las empresas un continuo en el tiempo.

Un sistema mixto para las Pymes, con centro en las asociaciones gremiales y con apoyo del gobierno, podría establecer un programa de continuidad, que permitiera a las pequeñas empresas formar a sus futuros líderes y directivos.

El caso de Apple, con la salida de Steve Jobs, quien generó una alarma por su estado de salud en 2009, produjo un sismo en la apreciación de valor de la compañía. Hoy en 2011 el anuncio de su retiro pone nuevamente a la empresa en un escenario de incertidumbre. Para contener esta posibilidad Jobs eligió cuidadosamente el nombre de su delfín, Tim Cook, quien ha recorrido toda la empresa en diversas posiciones. Sin embargo, la duda general es si a su alta capacidad ejecutiva podrá incorporarle la genialidad, el espíritu visionario y la brillantez de Jobs para combinar ingeniería, diseño y talento.

De modo que nuestro caso, el barrio de las Pymes, no es el único afectado por la ausencia de su fundador. En consecuencia, debemos buscar una vía institucional para apoyar a los miles de pequeños emprendimientos en sus procesos de continuidad, con el objetivo de que estas sean mejores y más grandes empresas mañana.
______________________________________________________________
Visite regularmente cormetal.blogspot.com y suscribiéndose en el ángulo superior izquierdo, en RECIBA COLUMNAS EN SU CORREO, se informará de todas nuestras noticias al momento de ser publicadas.
______________________________________________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario