Ministro Longueira: ¿Interlocutor de las pequeñas empresas?

Todo parece indicar que, para las actuales circunstancias, las pequeñas empresas tenemos designado interlocutor. Durante la presentación de las indicaciones al Sernac Financiero el Presidente de la República aclaró los objetivos centrales de la cartera de economía:

1. Protección de los derechos del consumidor
2. Apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa
3. Fomentar, potenciar y colaborar con los innovadores y emprendedores de nuestro país
4. Promover y fomentar el desarrollo científico y tecnológico
5. Impulsar decididamente la agenda de Impulso Competitivo

Con esto definió los pilares fundamentales de la carta de navegación del ministro. Longueira es un político experimentado con formación en ingeniería. Probablemente es el último aspecto el que le podría permitir comprender en profundidad el alcance de la gestión política que debe acometer, más allá de otras consideraciones propias.

Como lo hemos expresado en otras columnas de este sitio, urge la definición de un Plan Nacional de Desarrollo Industrial (PLANADI). Las lecciones y consecuencias del fin de la industria del salitre, aunque con demora, "gobernar es educar" de por medio, llevaron a que Chile, en las postrimerías de la segunda guerra mundial, emprendiera un proyecto nacional de fomento y establecimiento de una base industrial, mediante la creación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO).

Con base en la CORFO surgieron, en la época, importantes empresas del Estado como ENAP y la efervescencia propinó un impulso inusitado a la iniciativa privada. Muchos de los emprendimientos empresariales de ese entonces hoy son grandes y poderosas empresas las que, por cierto, se encuentran muy alejadas de las necesidades e ideales de las actuales Empresas de Menor Tamaño (EMT).

Con base en la experiencia mundial nadie duda que los niveles superiores de desarrollo humano son imposibles de alcanzar sin un PLANADI que ponga en el centro del potencial del futuro a las EMT. El foco político y económico debe contemplar como núcleo fundamental la participación protagónica de las empresas de menor tamaño (EMT), sin ellas ningún genuino desarrollo es posible.

Sin embargo, lo anterior cruza un conjunto de otras áreas de la actividad nacional, que es necesario articular para crear las condiciones del futuro desarrollo, en este punto hay que dejar establecido con claridad que si un gobierno no está dotado de visión estadista (de largo plazo, inclusiva y observando con frecuencia el Indice de Gini) ningún desarrollo es posible. 

Será fundamental entonces, diseñar un cambio profundo sin dogmatismos ni cuentas corto plazo en todo el sistema educacional, desde la base hasta más allá de la educación terciaria. Si un gobierno o un conglomerado espera obtener hoy esperados dividendos de esto se equivoca. El impacto en esta materia puede llevar veinte, treinta o más años en dar fortaleza global a una nación, pero es una cruzada que hay que emprender, si o si.

Junto con esto y, de algún modo, lo reconocen los señalados puntos 2., 3. y 4. del mandato presidencial al ministro, es insoslayable comprender que las empresas de menor tamaño, la innovación y la ciencia y tecnología conforman una sola amalgama, la que es preciso operar en un complejo y coordinado mecanismo. Esta sustancia está en la base de los grandes desarrollos humanos del planeta. También es necesario dejar sentado que no basta con el sólo crecimiento, es ineludible trocarlo en desarrollo humano, este es el verdadero objetivo.

En esta composición de lugar CORMETAL A.G. está disponible para concurrir y recoger el guante y embarcarse, en una instancia multidisciplinaria, en la labor de cristalizar el tan necesario Plan Nacional de Desarrollo Industrial.

Señor Ministro, el tiempo no regresa sólo se agota, emprendamos este desafío. Las generaciones del 2050 en adelante lo podrían recordar.

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