Una marca comercial, o la representación simbólica de un producto, servicio o institución, permite desarrollar e incorporar un conjunto de atributos diferenciadores respecto de otros de similar naturaleza. El registro de una marca otorga seguridad legal y operacional a su titular, para ejercer con tranquilidad su actividad.
En el mundo de las Empresas de Menor Tamaño (EMT) aún existe algo de desidia empresarial al respecto. Un cuestionamiento habitual se refiere a ¿Qué gano registrando mi marca?, amén de una resistencia al pago que esto conlleva. En esta materia podemos hacer una reflexión básica, desde las antípodas de la pregunta anterior: ¿Que gano registrando mi marca?, para responder a esta pregunta el empresario debe proyectar los efectos en su empresa en el caso que "otro" registre su marca en la misma clase en un momento del tiempo en que ya ha "corporativizado" (con la marca) sus actividades. Los expertos en marketing y en finanzas podrían referirse ampliamente a la crisis que se desataría en la compañía.
Por otra parte, si el empresario efectivamente "cree" en el futuro de su actividad ¿No representa el registro de su marca una demostración concreta de esa creencia?. Si el producto anda bien en su mercado es posible que los competidores quieran "asemejarse" a esa marca, estableciendo las suyas con cierto grado desleal de similitud, en esta circunstancia el registro de la marca da sólida protección al dueño de la marca, evitando que se desconcentre de su objetivo principal: desarrollar su actividad.
En Chile el registro de marcas se hace ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), órgano del Estado de Chile que otorga esta protección. El proceso de registro es simple, incluso puede hacerse por Internet (www.inapi.cl). Su costo actual global es de UTM 3,0 más la publicación del extracto en el Diario Oficial y más el formulario de solicitud ($500) por cada clase registrada para lo cual aplica el Clasificador Internacional de Niza. La protección otorgada tiene vigencia por un período de diez años, contados desde la fecha de concesión del registro de la marca.
Algo más complejo, asunto que explicaremos en próximas columnas, es el proceso de obtención de Patentes de Invención. Mientras, las empresas EMT deben revisar su cartera de marcas. En la actualidad la mundialización de las actividades económicas y el impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones exige enormes desafíos, dando por hecho que las empresas, entre muchos otros factores, cuentan con la debida protección de sus marcas. Revisen su situación y no dejen flancos abiertos o brechas en sus marcas, recuerden que esto es una de las manifestaciones de su íntima confianza en su empresa.
Los socios de Cormetal A.G. pueden formular sus consultas al Departamento de Asistencia Jurídica de la asociación.
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