jueves, 4 de agosto de 2011

Factoring, cara y sello de una industria


La Asociación Nacional de Empresas de Factoring (ANFAC) está estrenando nuevo Presidente. En sus primeras declaraciones Carlos Baudrand prevé buenas noticias para esta industria, producto del aumento general de la actividad económica, lo que lleva, según sus palabras, a un alza de la demanda por el producto factoring. Continúa expresando que podría haber más demanda si tuvieran una mayor certeza jurídica de las facturas..."

Como siempre sucede, sobre una misma composición existen diversos puntos de vista, según sea la situación de quien opina. Desde una óptica genérica, el aporte del factoring a la "liquidez" de una empresa es un hecho financiero, al tiempo que puede puede representar una crítica situación de disponibilidad de recursos provenientes de los propios flujos empresariales.

Para las Empresas de Menor Tamaño (EMT) que, en general, están sometidas a los plazos y condiciones de pago de sus clientes, habitualmente empresas de mayor talla que ellas, el auge de la industria del factoring, que puntualiza Baudrand, puede representar, en forma agregada, una extensión exagerada de los plazos de pago sus clientes, superando su período medio de pago. Esta conjunción conlleva a una falta de "caja" para enfrentar sus compromisos (pasivos) y, en consecuencia, muchas veces, se ven impelidos a hacer uso de factoring.

Si lo anterior es puntual o circunstancial el factoring es una herramienta válida de gestión financiera de corto plazo. El otro extremo, indeseado naturalmente, es que el "descalce de caja" sea de orden sistemático, no por impericia en la administración financiera de la empresa, sino por los plazos superlativos que los clientes con mayor capacidad de negociación imponen a sus proveedores. En este último caso tanto la "costumbre, usanza o consenso" entre las empresas debe ser empujada a su equilibrio, toda vez que la salud financiera de los proveedores apoya la estabilidad de la cadena de suministro de los clientes. En los casos que la costumbre o consenso no opera el Estado y el ordenamiento jurídico pueden y deben intervenir, pues esta acción favorece la salud de la actividad económica de todo el país. En esta materia hasta el propio Estado ha debido comprometerse y esforzarse en pagar oportunamente sus compromisos, especialmente por el impacto en la Empresas de Menor Tamaño.

Así las cosas, la industria del factoring tiene de dulce y agraz para las miles y miles de Pymes que dan todo por contribuir al desarrollo del país. Cautela...evaluar y reflexionar profundamente es la consigna para las EMT.

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