La Dirección de Presupuestos (DIPRES) y el Servicio de Impuestos internos (SII) entregaron un balance preliminar de recaudación tributaria, correspondiente a la primera mitad del año en curso. Durante este período la recaudación por concepto de Impuesto a la Renta superó al Impuesto al Valor Agregado (IVA), situación que no ocurría desde el primer semestre de 2007.
El Impuesto a la Renta recaudó 4.861 mil millones de pesos (45,2%), en tanto el IVA logro recursos por 4.683 mil millones de pesos (45%), el resto de lo recaudado se reparte entre 454 mil millones de pesos por Impuesto Específico a los Combustibles, 445 mil millones de pesos el Impuesto Específico al Tabaco y 314 mil millones de pesos de otros tributos.
En el caso del Impuesto a la Renta, el monto señalado incluye un importante crecimiento (24,1%) respecto del primer semestre de 2010. Por su parte el IVA experimentó un crecimiento del 9,3% en igual período.
El análisis de los aportes a estas contribuciones muestra que el impuesto a la renta logró este fuerte incremento explicado fundamentalmente por las entradas del royaltie minero, producto del excepcional momento que experimenta la actividad extractiva. Esto deja espacio para pensar en avanzar en mejorar la tasa media de royaltie y fomentar la separación y refinación de minerales en el país, estimular la fabricación de materias primas mineras para su uso directo e impulsar la elaboración de productos semielaborados y terminados dentro de nuestras fronteras.
Si las pequeñas y medianas empresas lograrán ser la columna vertebral del desarrollo nacional del futuro, no sólo serían los principales contribuyentes a la recaudación tributaria, sino que literalmente "impulsarían" el carro del crecimiento económico. Por otra parte, este resultado demostraría que las Pymes estarían generando más y mejores puestos de trabajo, incrementando las utilidades producto de su alineamiento a las grandes demandas y creciendo patrimonialmente. Todo esto permitiría financiar con tranquilidad el plan nacional de desarrollo industrial, ciencia y tecnología, ingreso a mercados globales, educación y programas sociales. Propendiendo a una sociedad con menores brechas.
Asimismo, si el tributo a la renta fuera menos corrosivo con las empresas de menor tamaño sumado al fomento y al funcionamiento del plan nacional de desarrollo industrial, se podría galvanizar a las pequeñas empresas en su primera etapa, permitiendo así que cada vez más unidades productivas de este tipo pudieran acceder, con sus desarrollos, a la categoría superior.
Nuestra pequeñas empresas son las protagonistas del país de mañana, cuando esto suceda será un proceso con inercia creciente y en escalamiento continuo. Nosotros lo queremos, Chile lo necesita.
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